En el siguiente artículo repasamos las causas más comunes que ocurren dentro de tu vehículo y que podrían provocar una fuga de aceite en el motor.
Empaquetaduras o sellos rotos
Una vez que dejes de conducir y estés estacionado, el motor estará caliente por el calor generado. Los componentes metálicos se expanden cuando se calientan, lo que a su vez ejerce presión sobre los sellos y las juntas. Los sellos y juntas del motor están diseñados para evitar una fuga de aceite. Sin embargo, una vez que el motor comienza a enfriarse, los metales se contraen, lo que deja espacios entre los sellos y las partes metálicas.
Estos espacios pueden causar una fuga de aceite, ya que no habrá suficiente presión para evitar un derrame de aceite. Es más, las juntas degradadas son la causa más común de fugas de aceite en los autos.
Llevar tu auto a un taller de servicio para ver a un mecánico puede ayudar a determinar si se trata de una junta de aceite defectuosa, un sello con fugas o un sello de válvula defectuoso que se ha desgastado con el tiempo y provoca que el aceite se filtre.
Cuando descubres que hay daños en alguna de tus juntas, debes intentar reemplazarlas de inmediato. De lo contrario, te arriesgas a reparaciones costosas, como un bloque de motor agrietado, que sólo empeorará las cosas.
Filtro o cárter de aceite dañado
Si tu filtro de aceite está dañado, el aceite puede derramarse a medida que pasa por el filtro y fluye hacia el motor del auto. Si no es el filtro, pero el tapón del cárter de aceite está dañado, esto puede dejar un charco de aceite debajo de tu vehículo una vez que hayas terminado de conducir.
Cuando manejas pasa por partes muy bajas de la carretera o caminos con baches, una piedra puede abollar el cárter de aceite si lo golpea con suficiente fuerza para causar algún daño. Las secuelas de este golpe pueden ser una fuga rápida que ocurre cuando el auto está estacionado y que empeora lentamente con el tiempo.
El tapón del cárter de aceite no está en el lugar correcto
No todas las causas de las fugas de aceite son graves. Algunos pueden ser tan simples como un tapón de llenado de aceite suelto o roto. Cuando esto sucede, el aceite puede derramarse y seguir goteando incluso después de haber sido estacionado. El caso es que, al verificar el nivel de aceite, trata de revisar si hay un problema con el tapón. Es normal que un motor con algunos años o km tenga restos superficiales de algún tipo de aceite. Mientras no sea fuga mantenla bajo observación y puedes considerarla normal.
El tapón del cárter de aceite puede estar desgastado si empiezas a ver que tiene roscas peladas o no está correctamente insertado o no se puede apretar completamente. Desafortunadamente, con el tiempo, tendrás que obtener un reemplazo completo con materiales a largo plazo. Recuerda que el tapón del cárter es una pieza simple pero fundamental para contener el aceite dentro del motor. Cambiarlo periódicamente es una buena recomendación. Puedes aprovechar de hacerlo cuando corresponda el cambio de aceite. Si lo quieres hacer tú recuerda que el aceite está muy caliente y que un derrame puede ser todo un dolor de cabeza.
Una empaquetadura de culata o sellos del bloque del motor quemados o desgastados
Cuando conduces un auto viejo, una empaquetadura o sello roto podría ser una razón común por la que el aceite gotea debajo de tu auto. Además, los materiales de goma que se supone que sellan el bloque del motor pueden haberse descompuesto con el tiempo. Esto podría hacer que el aceite empiece a escapar. Debes recordar que una fuga no detectada a tiempo puede provocar un daño grave al conducirlo y debes prevenirlo.
Si conduces un auto sin una gran cantidad de refrigerante, esto puede hacer que el motor se sobrecaliente. Un motor sobrecalentado puede hacer que la culata del cilindro se deforme y provoque fugas en la junta de la culata y que el motor se detenga en ruta. Un control rutinario y simple te puede ayudar a alargar la vida útil de tu auto. Si tienes dudas solicita ayuda al especialista.