El frenado de emergencia es uno de los dispositivos de seguridad más modernos y útiles. Te explicamos sus características y cómo funciona este mecanismo que puede ayudar a salvar muchas vidas.
El frenado de emergencia facilita que el auto pueda detenerse en caso de que aparezca un imprevisto en la carretera. Dependiendo del modelo puede suponer una mayor sensibilidad de los frenos, un sistema de alerta al conductor o la posibilidad de que el vehículo llegue a detenerse de manera automática en caso de que exista un riesgo de colisión.
Este mecanismo supone un paso más allá en los sistemas de seguridad de un automóvil. Un importante paso tecnológico que es posible gracias a las innovaciones realizadas en los últimos años. Debido a su importancia, es preciso analizar el frenado de emergencia y su funcionamiento de manera detallada.
¿Qué es el frenado de emergencia?
Se entiende por freno automático de emergencia al dispositivo que permite al vehículo analizar qué está sucediendo alrededor y tomar la decisión de frenar si detecta un riesgo inminente. Este tipo de tecnología no es homogénea y cada fabricante tiene unos parámetros propios. Sin embargo, por lo general el frenado de emergencia se activa únicamente cuando el automóvil circula a una velocidad que no supera los 40 kilómetros por hora. Hay que valorar que la gran mayoría de los accidentes se dan en la ciudad y se producen cuando se circula de manera lenta, por lo que este sistema puede ser muy útil para evitar colisiones.
Cómo funciona el frenado de emergencia
El freno automático de emergencia es posible debido a que cada vez los vehículos incorporan un mayor número de sensores que permiten tener un mejor conocimiento del entorno. Cámaras ópticas, láser y el uso del radar son algunos de los modos con los que se consiguen los datos necesarios sobre qué rodea al vehículo. Pero este tipo de información sería inútil sin un ordenador a bordo para diferenciar qué objetos son potencialmente peligrosos o en qué situación se deben de activar los frenos.
Normalmente el frenado no suele ser de manera repentina. En primer lugar, se avisa al conductor usando señales lumínicas o acústicas. Se espera que el piloto comprenda que hay una situación de peligro y que reduzca la velocidad. En caso de que el vehículo siga en la misma dirección y siga avanzando de manera rápida entones es cuando se activan los frenos. Se utiliza el sistema ESP como base para hacer que los neumáticos dejen de dar vueltas.