Así, la neblina puede reducir la visibilidad de 2 a 4 kilómetros, mientras que la niebla la puede reducir hasta menos de 1 kilómetro. Ante esto, y como veremos más adelante, un accidente de tránsito producido a causa de niebla y neblina en la carretera puede involucrar varios vehículos y tener consecuencias fatales.

Los peligros de conducir con niebla y neblina

Ya con decirte que al conducir con niebla y neblina se reduce considerablemente la visibilidad, puedes deducir el peligro que significa enfrentarte a esta situación al volante. Y cuando la niebla es muy espesa, prácticamente elimina la visibilidad.

Como ya te contamos, conducir con niebla y neblina en la carretera es una de las condiciones más peligrosas, por lo que si lo vas a hacer o si te toca en el camino, debes mantener la calma y seguir todas las precauciones que te recomendaremos.

1. Si la niebla es muy espesa, no conduzcas: Este será el consejo más importante y el que más prevendrá accidentes de tránsito. Una niebla muy densa puede hacer imposible ver lo que tienes enfrente, y en cualquier dirección de tu camino.

2. Averigua las condiciones climáticas antes de conducir: Si ya sabes que habrá presencia de niebla en la zona en la que conducirás, prefiere no salir. Y si conduces en una zona desconocida, revisa las condiciones climáticas, conducir con niebla en una ruta que no conoces puede resultar todavía más peligroso, ya que te puedes ver completamente desorientado.

3. Conduce con precaución y a la defensiva: Debes ir con tus sentidos completamente puestos en el camino, nada de distracciones, en un microsegundo puedes terminar involucrado en un choque múltiple.

   Si la niebla es muy densa, conduce apegado a la línea blanca que divide las dos calzadas, para que puedas guiarte mejor.

   Otra cosa que te puede ayudar mucho es que conduzcas sin música o la radio encendida, ya que debes estar alerta ante cualquier imprevisto. Y si la visibilidad es baja, vas a tener que poner el oído a averiguar si se acercan autos o personas. Debes prestar atención al ruido de los motores y bocinazos, tanto como a las luces de los demás vehículos.

4. Mantén tu vehículo en buen estado: Tu vehículo debe estar en buen estado en todo momento, es cierto, sin embargo, ante condiciones climáticas como la niebla, es especialmente necesario. 

   Como ya sabrás, de manera periódica debes realizar mantenimientos preventivos a tu auto. Si vas a conducir con niebla, debes tener tus luces en buen estado, ya que estas serán tus mejores compañeras en esta situación, junto con los frenos, que también deben estar en un estado óptimo para su buen uso.

   Otra parte elemental es el limpiaparabrisas, procura que las plumillas estén en buen estado para que puedas hacer buen uso de estas y mejorar tu visibilidad. A su vez, el sistema de calefacción será de gran ayuda, y por ello, no debe estar averiada.

   Así también, los neumáticos no pueden bajo ningún motivo estar desgastados, puesto que la adherencia se verá reducida por la humedad, y es vital que estén en un estado óptimo.

   Si no mantienes tu auto en buen estado, imagina que se avería en plena carretera cubierta de niebla y tienes que detenerte o realizar una maniobra peligrosa. 

   Ahora, en el caso de que esto ocurra, o que tengas una emergencia personal o de salud, y debas detenerte, tienes que seguir las siguientes precauciones:

   Ubica un lugar seguro donde puedas estacionarte fuera de la calle o de la carretera.

   Si tu auto sufre una falla repentina, trata de estacionarte en la berma.

   Señaliza con las luces intermitentes de emergencia y coloca los triángulos.

   Si tu vehículo quedará obstaculizando la vía, llama a una grúa para que lo retire lo antes posible.

5. Reduce la velocidad: Es muy importante que tu velocidad sea muy baja, que tengas una distancia segura para frenar y reaccionar ante cualquier imprevisto. Ante la baja visibilidad que produce la niebla, este mayor tiempo de reacción te puede salvar la vida.

   De igual forma, si reduces la velocidad, podrás mejorar la adherencia y prevenir los deslizamientos a causa de la humedad del pavimento.

   Por ello, es recomendable que no adelantes mientras haya niebla, ya que esta maniobra te exige que aumentes la velocidad, lo que puede resultar muy peligroso.

   Un buen consejo es que no te olvides de revisar el velocímetro cada cierto tiempo, pues la niebla puede crear la ilusión de una conducción lenta, haciendo que algunos conductores aumenten la velocidad.

6. Mantén una distancia segura entre vehículos: Como ya te contamos, esto es muy importante. La distancia de seguridad entre vehículos debe permitirte frenar lento, a pisadas intermitentes. De lo contrario, si debes frenar bruscamente, puedes patinar. 

7. Ten cuidado con el uso de los frenos: Por esta razón es tan importante que tu velocidad sea reducida y tengas mucho espacio entre autos. En el escenario de niebla espesa, no debes realizar frenazos bruscos, porque esto te puede llevar a deslizar. 

   Lo ideal es que tu velocidad y distancia de los autos te permita frenar pisando apenas el pedal y de forma intermitente.

8. Enciende las luces neblineras o bajas y no uses luces altas: En el Libro del Nuevo Conductor se recomienda que, ante la presencia de niebla o neblina, “si su vehículo cuenta con focos neblineros delanteros, enciéndalos, simultáneamente con las luces bajas”.

   Además, se recomienda que, de contar con estas luces neblineras, solo pueden usarse cuando la visibilidad se encuentre considerablemente reducida, tanto por niebla como por lluvia torrencial, y deben apagarse apenas mejore la visibilidad.

   NO debes encender las luces altas, ya que estas se reflejan como espejo en las gotas de agua suspendidas en la neblina, dificultando aún más la visión.

   Las luces bajas, al proyectarse directamente hacia el suelo, se ven más y mejor. Además, las luces de niebla traseras son de suma importancia para ser visto por los autos de atrás, pero se deben usar solo cuando la niebla es espesa, de lo contrario podrían deslumbrar.