Los seres humanos tenemos una gran pretensión de querer adivinar siempre el futuro. Lo cierto es que no siempre logramos acertar con nuestros pronósticos. Así ocurrió con los visionarios de la década de 1950, cuando estos decían que los autos volarían en el año 2000. No obstante, podemos apoyarnos en las nuevas tendencias en cuanto a movilidad y motorización, para comprender que los automóviles del futuro tendrán varias características:
- Autónomo
- Eléctrico
- Transformable
- Hiperconectado
Analicemos entonces cómo será el automóvil del futuro
Vehículo autónomo
Sin duda, uno de los conceptos más repetidos en los últimos cinco años es que el vehículo autónomo está a punto de irrumpir en el mercado. Estamos seguros de que llegará el momento para los vehículos 100% automatizados, pero todavía queda camino por recorrer. En la actualidad, podemos disfrutar con total confianza y seguridad de los automatismos que ayudan al conductor en sus tareas más repetitivas, pero la total automatización tiene barreras que derribar.
Algunas de las barreras de este concepto son ajenas a la industria del automóvil, como, por ejemplo, la legislación necesaria, la adaptación de las infraestructuras, o los problemas éticos que se pueden plantear. Con todo, es algo que se acabará generalizando a nivel global, ya sea comenzando por sectores como el del transporte de pasajeros, de mercancías, o similar.
Auto eléctrico
Este futuro está mucho más claro y es algo que ya se está concretando. El auto del futuro es hoy el auto eléctrico en todas sus variaciones. Es un modelo de motorización que aboga por las cero emisiones «en orden de marcha», y que puede ser aún más beneficiosa para el medio ambiente si se reducen las emisiones debidas a la producción de energía eléctrica para su recarga, y se descarbonizan progresivamente todas las etapas de la producción del vehículo en sí.
Con respecto a la reducción de emisiones en la producción de la electricidad para alimentarlos, el coche de hidrógeno (también conocido como «de pila de combustible») es, sin duda, la solución ideal. Es importante repetir el concepto: un auto de pila de combustible es un auto eléctrico. Además, es un auto eléctrico de autonomía extendida gracias a ese depósito de hidrógeno a presión.
Los vehículos transformables
La idea de un vehículo transformable es muy interesante y aparece, directamente, de la electrificación sumada a la total automatización. Pensemos esto bien. Un vehículo 100% autónomo, eléctrico, claro, conlleva un aumento del espacio útil en el habitáculo. Para empezar, no son necesarios los mandos del coche (volante, pedales…). Tampoco necesita todo ese espacio que ocupa no sólo el motor de combustión, sino todo el sistema de refrigeración, ventiladores, etcétera.
Gracias a la generalización de la movilidad compartida, ese auto del futuro podrá ser multipropósito. Por ejemplo, su habitáculo puede ofrecer varias opciones de configuración, desde la tradicional de un automóvil actual, pasando por una configuración más orientada al descanso, una mini oficina para trabajar en tránsito, o cualquier otra cosa que se nos ocurra.
Sobra decir que la predicción de la hiperconexión de los autos no es muy arriesgada. Todos los automóviles estarán conectados, sin ninguna duda, porque es una característica vital para alcanzar la total automatización, pero también es algo que se está prodigando cada vez más. Los autos más modernos ya incluyen múltiples grados de «conexión» y, a medida que se innove en sistemas de movilidad compartida, por ejemplo, más conectados estarán