Revisar el motor: El calor de esta época del año es un factor que influye en que la temperatura del vehículo aumente, por lo que es necesario estar revisando el nivel del sistema refrigerante del radiador y que no existan fugas de agua.

Frenos: Es muy importante revisar el estado de los frenos pues las piezas que lo componen se calientan al hacer fricción al frenar, lo que sumado a las temperaturas del verano puede hacer que se expongan al sobrecalentamiento y fallen trayendo, entre otras consecuencias, pérdida del líquido del freno.

Neumáticos bien calibrados: Siempre debemos andar con los neumáticos bien inflados, pero se hace primordial chequearlos antes de emprender el viaje. Una correcta presión de los neumáticos te ahorrará combustible y evitarás que el calor en contacto con el asfalto traiga problemas en el viaje, como un pinchazo.

También es importante revisar que el neumático de repuesto esté en condiciones adecuadas, ya que, en caso de que se deba usar, debe estar bien inflado y con la presión correcta.

Aceite: Se recomienda cambiarlo cada 5 mil o 10.000 kilómetros, y si estás con esos márgenes, antes de un viaje en carretera hay que cambiarlo, sí o sí, ya que el motor se verá sometido a condiciones más exigentes. Si estás bien de aceite, revisa los niveles y la calidad de éste.

Anticongelante: Debes rellenar cada seis meses. Se sugiere también hacerlo antes de un trayecto largo porque es esencial, para que el propulsor conserve una temperatura adecuada y no se sobrecaliente.

Batería: se recomienda reemplazarla cada dos años aproximadamente, además, es preciso revisarla antes de iniciar un viaje por carretera.

Equipo de emergencia: es relevante contar con un neumático de recambio, gata y llave de cruz, además de fusibles, cables pasa-corrientes, linterna, triángulos y chaleco reflectante.

Frenos: se sugiere revisar que las balatas no estén desgastadas, que las pastillas de freno estén en buenas condiciones, así como que el líquido de frenos esté en los niveles correctos.

Limpiaparabrisas: Asegúrate que las gomas de las plumillas estén en buen estado para que remuevan el agua adecuadamente, pues a pesar de que sea verano y dependiendo del lugar al que se vaya, existen posibilidades de conducir con lluvia.

Luces: Chequea que no haya ninguna luz quemada y revisa las luces de freno que se activan solo cuando se pisa el freno. Asimismo, asegurarse de que los faros no estén desalineados, ya que esto restará la visibilidad del conductor y de los conductores que vienen en contra flujo.

Revisa el aire acondicionado: Todo es importante, pero si quieres un viaje con la temperatura óptima, sin sufrir con las altas temperaturas, el aire acondicionado se convierte en algo vital.

Si está fallando y no logra una temperatura interior adecuada es porque puede existir algún problema, por lo tanto, debes llevarlo con un especialista en el tema.

Carga precisa: Es importante recordar que los vehículos tienen capacidades de carga limitadas, por lo que se debe tener conocimiento exacto de las capacidades de carga de éste, información que la puedes encontrar en el manual del propietario.