Un posible acercamiento soñador de la marca francesa a los modelos de dentro de dos décadas, apasionados por su profesión, la marca diseño su propia visión del 2035, lejos del prisma de la movilidad que obsesiona tanto. Los creadores de DS se lanzaron a una misión, unir la tecnología y la poesía. DS X ETENSE es el lujo francés para el cliente de 2035; un cliente cuyos gustos podrán variar, pero que siempre deseará darse un placer, así será su nuevo prototipo DS X E-Tense 2035, es un deportivo escultural, silencioso, ligero, eléctrico y asimétrico.

El DS X E-Tense es una especie de dos en uno, por un lado, está la cabina del piloto, descubierta y con un asiento integrado en la carrocería (de fibra de carbono), para disfrutar de la conducción al aire libre. Y en paralelo, al otro lado del coche, una burbuja acoge al pasajero y lo transporta como si el coche fuera autónomo. Se trata de un habitáculo reducido pero lleno de lujo, con suelo de vidrio, asistente virtual llamado IRIS y presentado en forma de holograma, controla las funciones del vehículo mientras está conectado con el mundo exterior. En el interior de la burbuja, la fluidez de las líneas se asegura por la ausencia de pantallas. Las superficies acristaladas reemplazan las tabletas.

La carrocería se beneficia de nuevas tecnologías para recomponerse en caso de choque y el frontal cuenta con rejillas concebidas para adaptarse a las condiciones de la carretera.  La intensidad luminosa, con los paneles de iluminación DS LIGHT VEI, y la capacidad de refrigeración se ajustan a las necesidades de los ocupantes del vehículo y al entorno.

El sueño del coche de 2035 ha llevado a los equipos de DS Automobiles a crear una forma asimétrica con tres plazas en una asociación única de dos vehículos que permite elegir el modo de conducción. 

El motor 100% eléctrico garantiza una reacción sin parangón. Situado entre las dos ruedas delanteras, ofrece una potencia de ensueño de 400 Kw (540 caballos) en circulación. Para evolucionar en circuito, un modo específico permite pasar a 1.000 Kw (1.360 caballos) y disfrutar plenamente de la suspensión creada por DS Performance, el equipo técnico detrás de la Fórmula E. El chasis de carbono reposa sobre muelles y barras de torsión con propiedades innovadoras. El motor, la tracción y la desaceleración se controlan mediante un sistema físico y de software para conseguir rendimientos óptimos en cualquier superficie. 

El puesto de conducción se abre con una puerta en élitro hecha de carbono y cuero. La vista se dirige hacia un asiento en forma piramidal que se adapta perfectamente al piloto, como el asiento deportivo de un monoplaza. Frente al piloto, el volante, elemento emblemático de la pasión automovilística, fabricado en una combinación de cuero, madera y metal. El cuero anilina en dos tonos combina azul Millenium y azul marino. Se mantiene el punto de perla típico de DS. Estos detalles contribuyen a la búsqueda de sensaciones del piloto en el habitáculo y producen una descarga de adrenalina incluso antes de arrancar.

En el lado derecho, el ambiente es diferente. El conductor se convierte en pasajero, solo o acompañado, cuando entra en la cápsula accesible por una puerta en forma de ala de gaviota. La asimetría permite nuevos volúmenes bajo una cápsula de vidrio transparente. El pasajero se instala en un entorno sensual, en un asiento que se desliza como un ala de pájaro, ventilado y con masaje, con una estola de plumas en la parte superior. La experiencia de conducción autónoma es algo fuera de lo común. Además del tacto, también se deleita el oído. El espacio interior es una burbuja acústica inmersiva dedicada al placer de escuchar, firmada por FOCAL. El salpicadero se reinventa como generador de flujo musical: las ondas sonoras ajustadas en tiempo real siguen al oyente adaptándose a cada uno de sus movimientos.

Este será el resultado de las aspiraciones del mundo de mañana, moderno, con tecnologías de lujo que aún hay que desarrollar, pero bello y humano, sensorial e inspirador.